“… sobre el 27N y para mí, en el orden personal, lo viví como un hecho político, pero poético…” declaró para La Joven Cuba (LJC) el destacado cineasta Fernando Pérez. El joven que, una vez, al salir del teatro Astral de la mano de su padre, se le avivó el sueño de la dirección, no […]
KARLITO MARX. El hijo espurio y su ego neoliberal“… sobre el 27N y para mí, en el orden personal, lo viví como un hecho político, pero poético…” declaró para La Joven Cuba (LJC) el destacado cineasta Fernando Pérez. El joven que, una vez, al salir del teatro Astral de la mano de su padre, se le avivó el sueño de la dirección, no destaca el calado de la Revolución que no solo lo hizo el referente que es, sino que convirtió un pueblo, entonces analfabeto, en el público de exquisito gusto para apreciar la dignidad y ética de su producción cinematográfica. El 27N simboliza la negación de todo esto.
Yunior Garcia propuso una narrativa en la cual Cuba se halla bajo un yugo conservador que la oprime y le resta futuro, la empobrece y la ahoga. En la narrativa creada por el dramaturgo, la Isla posee una soberanía a medias, hurtada por una casta militar que regentea sus recursos y su destino.
El ex líder de Archipiélago intentó rescatar para sí el legado de José Martí, poniendo al Apóstol como “autor intelectual” de la convocatoria del 20 de noviembre 2021, devenida 15 de noviembre (15 N). Este hijo espurio intentó apropiarse de una ecuación ya conocida por nosotros, la de las Revoluciones de Colores y la mezcla con el ideario cubano independentista.
La falta de originalidad de Yunior GarcíaPero Yunior ni siquiera fue original, pues ya el 26 de julio de 1953 un joven, hijo auténtico de Martí, señaló al Apóstol como guía y garante ideológico del proceso de cambios necesarios que aún prosigue en este país. En su arrogancia, en su petulante movimiento de piezas simbólicas, el dramaturgo se autodenominó “hijo de Martí” o mambí de nuevo tipo, cuando su postura es, evidentemente, restauradora del orden anterior a 1959 —que jamás ha criticado—, así como de apoyo a las leyes reaccionarias inventadas por la contrarrevolución, entre las cuales está el Capítulo IV de la Helms Burton.
En dicho acápite se aclara que el gobierno de los Estados Unidos solo levantará el bloqueo cuando exista un presidente en la Isla que responda a sus intereses. Asimismo, en otro apartado, se habla de la expropiación al pueblo de los terrenos, las casas, las fábricas e instalaciones que a lo largo de más de seis décadas fueron de uso y disfrute colectivo.
¿Recordará Yunior el poema “Tengo” de Nicolás Guillén?¿Cuál sería la postura del Martí real frente al Capítulo IV de la Ley Helms Burton? Muchos puntos grises quedan en esta ideología neoliberal y ultraderechista que se nos quiere hacer pasar por revolucionaria.
Así que la ecuación está clara: Yunior quiere destruir el socialismo para instaurar un proceso de transición donde sólo sería válido un gobierno pronorteamericano como condición para el fin del bloqueo; en el cual se procederá a la expropiación y desalojo de los terrenos y propiedades de los cubanos para cederlos a manos de los potentados que, por décadas, han especulado con dichas acciones en Estados Unidos, mientras engordan un sueño capitalista que sería la pesadilla del noventa y nueve por ciento de la población cubana.
La democracia de la Ley Helms Burton¿Qué democracia puede haber en un sistema pensado desde la Ley Helms Burton, o sea, solo para una minoría muy exigua? ¿Qué libertades puede garantizar un gobierno cubano de transición que nacerá con la espada de Damocles de un bloqueo que lo condiciona y le resta legitimidad, so pena de someterse a los mandatos de la superpotencia?
Los que siguen a Yunior (algunos lo hacen por convicción, sin dudas) deberán entender lo que implica la militancia mercenaria. No se trata solo de gente pagada, que las hay; de gente orgánica y funcional, que existen. También hablamos de seres sin la suficiente madurez política, con demasiado resentimiento, con una ambición e intereses personales tan desmedidos como para seguirle el juego a una opción que hipoteca lo que podemos lograr unidos en nuestra divergencia, en nuestro proceso perfectible, en la democracia que ofrece derechos pero no para acabar con la democracia.
Ser mercenario no solo es cobrar, sino seguir preceptos mercenarios, instaurados por mercenarios y alentados desde el paradigma del mercenarismo. Si la causa de la convocatoria fuera la libertad, Yunior hablaría sobre estas implicaciones. No puede considerarse solo una libertad abstracta y obviar sus condicionantes contextuales, históricas, concretas.
Pero, claro, no hablamos de un Martí reencarnado, sino de un Estrada Palma revivido, ese que no confiaba en los cubanos para el autogobierno y prefirió pedir una intervención norteamericana. Yunior no lo hace abiertamente, evita el tema de la agresión; sin embargo, sabe que desestabilizar la Isla conduce a dicho escenario, el único que podría quizás concretar sus sueños de retorno capitalista.
Lo que Yunior García ocultaEl dramaturgo no lo dirá, pero en su obra de teatro no todos tienen cabida, pues la masa es un mero pretexto, un aluvión inerte al que se envía a morir, a enfrentarse, a seguir causas sin futuro. El futuro que Yunior anhela, es una Cuba con bandas y violencia, con drogas, con anarquía, con servidumbre nacional.
Aquellos que lo siguen, tengan en cuenta que el discurso libertario de este dramaturgo tiene un precio, el de sus ambiciones, que no sólo se pagan con dinero y facilidades, sino con insuflar un ego desmedido, un megalómano deseo de posicionarse como mesías del cambio.
Yunior no viene a arreglar nada de esto y es justo ahí donde fallan sus seguidores ante este flautista de Hamelin.
Para el artista, la Revolución es antinatural, un paria político, un despropósito. Se refiere al mismo sistema que le dio de comer por décadas, que le brindó espacios de creación, escuelas, cursos, que incluso sufragó parte de sus viajes para recibir cursos de subversión y transiciones en Cuba. Ahora él descalifica a las instituciones, aborrece el socialismo, rechaza sus preceptos y se casa a la sombra del neoliberalismo de derecha más ramplón.
Él dice que desde esta página de Karlito Marx se le calumnia y ataca para deslegitimar su conducta, que es una campaña contra su persona.
¿Quiénes son los aliados de Yunior García?En un post en Facebook escribe: «El poder (cubano) nos ha llamado mercenarios, aunque sabe perfectamente que nadie en Archipiélago recibe un sólo centavo de ningún gobierno extranjero. ¡Lo saben!”.
Sin embargo, no menciona a Manuel Silvestre Cuesta Morúa —quien también asistió al taller sobre Revoluciones de Colores en España y que «casualmente» es uno de los signatario de la carta dirigida al gobierno cubano, anunciando una protesta el 20 de noviembre 2021.
No es un secreto que Cuesta Morúa es un mercenario. Desde el 2014 trabaja al servicio de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), una agencia yanki dedicada a fomentar y apoyar actividades subversivas contra la Revolución Cubana con fondos aprobados por el Congreso de Estados Unidos.
¿Acaso es esto calumniar, mentir, difamar?
¿Quién es el infame?
Yunior dice: «contra mí, llevan un año hablando de lo mismo, desde un perfil anónimo».
Sin embargo, no cita que Rosa María Payá Acevedo, con quien concretó una alianza recientemente, es financiada también por el Instituto Nacional Demócrata (NDI), un instrumento ideológico del Partido Demócrata que intenta, con fondos otorgados por la NED, implantar modelos capitalistas en países donde imperan sistemas políticos revolucionarios, incluyendo el suyo.
Yunior y el acuerdo con José Daniel FerrerAún más evidente, el tercer ejemplo, es el caso de José Daniel Ferrer García, con quien Yunior acuerda también un pacto para trabajar juntos en pro de la «transición» política de Cuba. De este personaje se conoce —está probado— que recibe hace muchos años dinero de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), en cuya historia figuran asesinos como Luis Clemente Posada Carriles, Orlando Bosch Avila, Eusebio Peñalver Mazorra, Luis Zuñiga Rey, los hermanos Novo Sampoll y Gaspar Eugenio Jiménez Escobedo; criminales vinculados a los actos terroristas de la década de los años 90.
De ellos, los tres últimos son responsables de intentar volar con explosivos el Paraninfo de la Universidad de Panamá, cuando miles de estudiantes escuchaban al Comandante en Jefe durante la Cumbre Iberoamericana en esa nación.
Otros aliados del dramaturgo GarcíaPor si esto fuera poco, además, Mónica Baró, otrora periodista de la revista Bohemia, actualmente radicada en España, y quien forma parte del proyecto Archipiélago, hace sólo tres meses declaró en una directa que recibe plata de la NED y del magnate George Soros por medio de la famosa Open Society Foundation, indiscreción que generó el disgusto y la reprimenda «moral» de su mentor Carlos Manuel Álvarez en aquel momento.
Pero hay más. Yunior García dice:
Soy culpable de haber conversado una hora y media con el mismo expresidente español»
Todos saben que con estas palabras pretende blanquear el carácter del evento en Madrid donde, entre otros temas, analizaron cómo movilizar oficiales y soldados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en favor de una Revolución de Colores en la Isla.
No dice ni pío sobre las instrucciones y las ocho horas de conferencias que recibió durante siete días con cenas de trabajo incluidas.
También oculta los materiales y textos entregados, la presencia de militares de España y de Chile y, lo más importante: que Laura Tedesco, la española esposa del experto yanki que le impartió clases, difundió por mucho tiempo llamamientos incendiarios a favor de la marcha contrarrevolucionaria del 15 de noviembre, que son además compartidos y retuiteados por su condiscípulo Manuel Cuesta Morúa. Todo lo anterior demuestra, una vez más, que estamos ante una conspiración velada, y frente a un tipo cínico.
Lo que sí queremos y hacemos con estas letras es llamar la atención por enésima vez, desde la razón y la decencia, sobre tu conducta apátrida y manipuladora del protagonista del 27N. Yunior, no es Martí, ni mucho menos su hijo.
Y Fernando Pérez capta la parte “lírica” de esta conspiración. Y así lo deja dicho en LJC.
Seguimos.




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