Asegúrese de tener una relación con Dios Todopoderoso como su Padre. Esto se logra al darse cuenta de que usted es un pecador que necesita un Salvador. Y Dios, sabiendo que no podías salvarte a ti mismo, envió a su Hijo, el Señor Jesucristo, a través del vientre de una virgen, para pagar el precio de tus pecados. Date cuenta de que Él murió y derramó Su sangre preciosa para lavar tus pecados, y resucitó de entre los muertos. Invita a Jesucristo a entrar en tu corazón hoy como tu Señor y Salvador personal. Si lo invitas a entrar, Él entrará por Su Espíritu, porque Él ha prometido hacerlo, y Él no puede quebrantar Su palabra. (Romanos 10: 9-10, Juan 6:37, La Santa Biblia).
Como ser feliz con Dios.