Ester Muñoz, la alumna aventajada de Tellado para la lucha final contra Sánchez
La nueva portavoz parlamentaria, que deslumbró con 24 años como oradora a Abascal, ha trabajado para diferentes cargos orgánicos del PP y ha tenido responsabilidades de gestión. Ahora asume la dirección del grupo parlamentario para continuar la labor del nuevo secretario general, que la fichó en 2023 La metamorfosis madrileña de Feijóo
La nueva portavoz del PP en el Congreso no engaña. Es lo que parece. Como dijo ella misma este jueves en una entrevista, Ester Muñoz de la Iglesia (León, 1985) es “clara”. Transparente, más bien. Y lo es porque siempre ha sido así: de preparación concienzuda, directa, con facilidad de palabra y buena memoria para unos discursos muy ideológicos y duros. Muy duros. Ya era así antes de entrar en política profesional. En 2009 recibió un premio de Denaes por su defensa del castellano y contra el uso oficial de las otras lenguas españolas. El presidente de esa fundación (para defender la nación española) se dijo “emocionado” cuando le entregó el galardón. Era Santiago Abascal. 16 años después, Alberto Núñez Feijóo la ha puesto en primera línea de vanguardia para la lucha final contra Pedro Sánchez.
La réplica que dio Muñoz en la entrevista de La Sexta es una muestra del estilo que quiere imprimir el líder del PP
en su asalto final al Palacio de la Moncloa. Preguntada por su dureza, replicó: “Yo me defino como clara”. “Tellado y yo somos claros frente a un Gobierno rodeado de corrupción y un Sánchez que ha introducido la corrupción en el Gobierno”, añadió. Y pasó al ataque: “Nadie habla de dureza y moderación [referido a] la izquierda”.
Esa “claridad”, o como se quiera definir, es marca de la casa. Desde la adolescencia la política ya bullía por sus venas. Se afilió al PP, y a sus Nuevas Generaciones, en cuanto cumplió los 18 años. Antes no pudo porque sus padres, una médica de familia y un empresario del sur de la provincia de León, no se lo permitieron. Y ella obedeció.
“Todos somos de la misma ideología, pero hay discrepancias. Y profundas”, dijo sobre su familia
en una entrevista precisamente a cuenta del premio que recibió de la fundación para la Defensa de la Nación Española.
En YouTube permanecen los discursos que le permitieron ganar el I Premio Nacional de Oratoria ‘Gabriel Cisneros’. En el primero, para la preselección, habló de “invasión musulmana” en el 711, y de cómo el “sentimiento nacional arraigado en los pueblos cristianos” llevó a “una de las mayores gestas de la Historia europea y del hombre”, la Reconquista.
En el segundo, ya frente a un jurado compuesto, entre otros hombres, por Eduardo Zaplana, Nicolás Redondo (hijo) o Gustavo Bueno, aseguró que el idioma “español, en su peregrinaje histórico, ha llevado derechos humanos y civiles a muchos hombres en todo el mundo”. “No podemos tener miedo a hablar en español”, arengó. “Los niños no pueden jugar gritando en español, los empresarios no pueden vender en español, los médicos solo atenderán a los pacientes en esa lengua exigida y los condenados solo podrán escuchar su pena en una lengua diferente a la que pensaron su delito”, añadió, para comparar a los nacionalistas no españoles en “ideologías de tiempos no muy lejanos” por las cuáles “se cometieron crímenes atroces” incluso aunque existía “una Constitución”. Concluyó con un alegato: “Quijotes universales, llevemos el español por bandera”.
Se llevó el premio. Cuando lo recogió, dijo que quería poner su preparación al servicio de España. “Sois la esperanza”, replicó Abascal. Tres lustros después, Feijóo la ha elegido precisamente para taponar a Vox y evitar tener que asumir un Gobierno de coalición con el líder ultra de vicepresidente.
En 2009 Ester Muñoz sumaba 24 años pero ya tenía tablas. Se fogueó junto a otros aspirantes a políticos en debates como los organizados por la Radio Universitaria de León. Por allí pasaron varios de los actuales mandatarios de la provincia. Muñoz es la que más lejos ha llegado en su carrera.
Licenciada en Derecho entre A Coruña y León, y máster en Derecho internacional en la Universidad de Murcia, Muñoz acumuló cierto bagaje profesional como abogada y comercial previo a su entrada en política. Pero no había cumplido los 30 años cuando pisó por primera vez la sede nacional del PP, en la madrileña calle de Génova. Entre 2012 y 2016 estuvo en el gabinete de Carlos Floriano, primero, y de Fernando Martínez Maíllo, cuando ambos dirigieron la organización del partido en tiempos de Mariano Rajoy.
En 2016 Muñoz integró las listas electorales al Senado por la circunscripción de León. Estuvo en la Cámara Alta hasta abril de 2019. Se tuvo que conformar con ir de número 2 en las listas que impuso la dirección de Pablo Casado, con quien coincidió en Génova. A ambos se le atribuye una mala relación
que ella siempre ha intentado desmentir. Quienes estaban allí saben que nunca se llevaron bien.
Senado, primera prueba estatal
Muñoz despuntó rápidamente en el Senado con discursos con audiencias poco habituales en la Cámara Alta. También se llevó los primeros grandes titulares, no precisamente positivos, por la polémica que provocaron unas palabras suyas sobre memoria histórica. “15 millones para que ustedes desentierren unos huesos”, le espetó a la entonces ministra de Justicia, Dolores Delgado.
Muñoz acabó pidiendo disculpas y alegó que se refería a la exhumación del dictador Francisco Franco. Dijo “huesos” cuando quería decir “momia”. Entonces explicó que había mediado con
el polémico prior del Valle de Cuelgamuros, Santiago Cantera, para que dejara salir los restos de represaliados enterrados allí y que eran reclamados por sus familias. En la Cámara Alta aprendió la tarea parlamentaria. Junto al senador leonés Luis Aznar participó en la comisión de investigación que compró los bulos sobre la falsa financiación ilegal de Podemos
para tapar la del PP.
Sin cargo en el Senado, en 2019 intentó quedarse en el equipo de José Luis Martínez Almeida en el Ayuntamiento de Madrid, pero finalmente se incorporó como asesora de confianza del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Allí se mantuvo hasta que en el año 2021 fue nombrada Delegada de la Junta de Castilla y León en su provincia natal.
Vuelta a León
En León es donde más ha brillado políticamente Ester Muñoz, coinciden afines y críticos. Hasta ahora. El cargo que asumió suele ser de gestión, pero Muñoz le dio una pátina política de defensa de las acciones del gobierno de Mañueco
en un territorio que es bastante hostil al PP. Después estuvo en el equipo de campaña de Mañueco en febrero de 2022, cuando el PP estuvo a punto de perder uno de los gobiernos que más años ha controlado.
Ester Muñoz ha sido uno de los pocos nombres del PP de León que se ha acordado de la figura de la asesinada Isabel Carrasco, antecesora suya en dos de sus principales cargos, el de delegada territorial de la Junta en León y de presidenta provincial. Carrasco fue asesinada en el 2014 en un caso que supuso la condena a tres mujeres por los hechos.
El resto del partido, con carácter general, ha corrido un tupido velo sobre la figura de Isabel Carrasco por su controvertida carrera política y su final.
En otoño de 2022 Ester Muñoz se hace con la Presidencia del PP de León tras una crisis abierta en el partido tras la divulgación de unos audios que ponían en cuestión el proceso de primarias.
Muñoz llegó con el aval de Génova, y de Alfonso Fernández Mañueco, para pacificar el partido, aunque tuvo que sobrevivir a una insólita revuelta tras las elecciones municipales del 2023, en las que su partido recuperó buena parte del poder municipal. El propio Miguel Tellado tuvo que ir en persona a León y amenazó con expulsar a quienes no apoyaran al candidato oficial. Se salió con la suya, pero
a costa de no gobernar la institución, que cayó para el PSOE.
Muñoz ha sido un ariete del PP contra el leonesismo, el movimiento que propugna la salida de León de la actual autonomía con Castilla. Tanto en sus funciones como delegada del Gobierno autonómico como desde partido. Si algo teme el PP de Castilla y León, y Alfonso Fernández Mañueco, es un giro ‘leonesista’ que propugnaba de una manera suave la anterior dirección provincial. Muñoz se ha mantenido firme en la
defensa del actual marco autonómico.
2023: regreso a Madrid
En León comenzó su proyecto vital, pero en 2023 Ester Muñoz encabezó la candidatura del PP al Congreso por la provincia y recaló en la Carrera de San Jerónimo como diputada. Ella no lo sabía, pero ya estaba en un proceso de selección que inició Tellado.
El gallego se recorrió toda España como vicesecretario de Organización durante los primeros meses de Feijóo en Madrid. Conoció a Muñoz y la apuntó en su libreta de futuros fichajes.
Ocurrió en 2023. Feijóo la llamó a su despacho, habló con ella y volvió a su cubículo sin saber qué estaba pasando. Poco después fue designada vicesecretaria de Educación y Sanidad sin dejar la presidencia del PP de León. Sus críticos ambicionaron entonces un cambio, pero la falta de acuerdo en el nombre de la sucesión hizo naufragar todos los intentos.
El PP tendrá que decidir ahora qué hace con León, una plaza siempre complicada de gestionar por sus especificidades. De momento, eso sí, todo son loas y enhorabuenas a Muñoz por sus nuevas responsabilidades en Madrid.
Muñoz llegó a Génova como parte de la renovación de la cúpula de Feijóo en 2023 junto a Ana Alós y Paloma Maratón (que saldrán del Comité de Dirección en el congreso del fin de semana) y Noelia Núñez.
De las cuatro es la que más proyección ha logrado. Su estilo directo, su fama de trabajadora y la calidad de los “papeles” que prepara para sus jefes, según coinciden diferentes fuentes del PP, han propiciado un arrollador ascenso.
Su prueba de fuego llegó en un debate parlamentario con la entonces vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, a cuenta de la tragedia de la DANA de Valencia que provocó 228 muertos en octubre de 2024. El discurso que leyó pasó el control previo de la dirección del grupo, ya entonces en manos de Tellado. Le recomendaron más dureza incluso contra Ribera, quien se jugaba ser designada vicepresidenta de la Comisión Europea. Ella pidió confianza y, según sus compañeros, le salió bordado. Le debió gustar mucho porque es hoy todavía el tuit fijado que tiene en su cuenta.
En el grupo parlamentario sorprendió su solvencia y su rapidez en las réplicas. Quienes la conocen en el PP recuerdan que en su época en León tuvo que presidir varios cecopis ante incendios forestales. “Sabe lo de que habla”, apuntan.
En una
entrevista en 2023 con ILEÓN, Muñoz respondía sobre sus aspiraciones políticas: “¿Cuántas cosas no han pasado en política en una semana? Como para mirar a medio plazo, pero si es que aquí las cosas cambian de repente en 15 días, así que lo que hay que hacer es trabajar en el hoy y en el ahora, para que cuando lleguen las elecciones nos hayan pillado con el trabajo hecho”.
Lo inesperado ocurrió el pasado lunes. Feijóo la llamó a su despacho y le comunicó su nueva tarea. Su idea es apostar por la “continuidad” y mantener, más o menos, el equipo que hereda de Tellado. “No hace las cosas a medias, hace las cosas bien”, dicen quienes la conocen. Ese “bien” implica cumplir con la tarea que se le encomienda. Y ahora tiene la misión de taponar cualquier fuga de votos hacia Vox.
16 años después, Muñoz y Abascal volverán a compartir debates. El líder de Vox siempre ha tenido muy buenas relaciones con parte del PP leonés, acogiéndole incluso en el proceso de fundación del partido escindido del propio PP. Está por ver si, como dijo entonces el hoy líder ultra, la leonesa sigue siendo para él “una esperanza” o es una rival por el mismo votante.