CCOO y UGT acuden rápidamente, como de costumbre, a apagar las ascuas visibles entre la clase obrera, con el fin de proteger los intereses de la patronal. En esta ocasión se encargan de contener la indignación en el sector de la hostelería, uno de los más precarios. Se ha convocado una huelga a la que se han sumado otros sindicatos como USO, Intersindical Canaria, Sindicalistas de Base y FSOC. [...]
La huelga de la hostelería en Canarias y el juego de manos de los sindicatos amarillos
CCOO y UGT acuden rápidamente, como de costumbre, a apagar las ascuas visibles entre la clase obrera, con el fin de proteger los intereses de la patronal. En esta ocasión se encargan de contener la indignación en el sector de la hostelería, uno de los más precarios. Se ha convocado una huelga a la que se han sumado otros sindicatos como USO, Intersindical Canaria, Sindicalistas de Base y FSOC.
La huelga está prevista para los días 17 y 18 de abril, en Semana Santa. Hasta ahora no ha habido acuerdo en la negociación, pero que no nos confundan; se trata de buscar la mejor fórmula para que los sindicatos amarillos mantengan la escasa credibilidad que les queda, a la vez que los empresarios consiguen su tranquilidad, firmando lo que más conviene a sus bolsillos. El juego es tan bochornoso que incluso han aprovechado para blanquear al presidente de Canarias, Fernando Clavijo, del corrupto y reaccionario partido Coalición Canaria (CC), enemigo de la clase obrera como todos y cada uno de los partidos parlamentarios.
UGT y CCOO estuvieron presentes, como era de esperar, en el
VIII Congreso Nacional de dicho partido, donde estaba también la clase social a la que sindicatos amarillos y CC representan: la burguesía. Clavijo, con el necesario y acostumbrado disfraz de sosiego para parecer neutral, como si ello fuera posible en una sociedad de explotadores y explotados, decía: “
Estoy convencido que habrá un acuerdo y, en vísperas de una Semana Santa y con un preaviso de huelga, les instamos y nos brindamos para que ese encuentro se produzca y consigamos esas subidas salariales para los trabajadores y esa transferencia de riqueza, pero también con compromisos por parte de los trabajadores”. Es decir, introduce la ponzoña, aderezada con tono apaciguador, al decir que debe haber un
compromiso por parte de los trabajadores. Éstos son los que realizan todo el trabajo y, por tanto, generan todas las ganancias de las empresas, a cambio de migajas y abusos, y es por ello que han decidido dar un paso al frente; ¿No es absolutamente miserable pedir que el oprimido se comprometa con su opresor?
Sin embargo, al hacer el Gobierno de Canarias de “mediador” en reuniones con la patronal, el representante de Sindicalistas de Base dice que es
“bienintencionado” pero que ha fracasado. Una declaración muy alejada de la realidad que sugiere que, o bien dicho representante es un guía ciego, o forma parte del engaño a la clase obrera, pues el gobierno es abiertamente reaccionario y lacayo de la patronal.
Los puntos que se han puesto sobre la mesa por parte de los sindicatos, son: sobrecarga de trabajo, dificultad para conciliar la vida familiar, la eliminación de los turnos partidos, que las plantillas se ajusten a las necesidades del servicio, no poner en riesgo la seguridad y la salud en el trabajo, sustituir las bajas por enfermedad, adecuación a categorías profesionales y justificar las contrataciones por medio de empresas de trabajo temporal. La patronal pretende vincular los acuerdos salariales a la apertura de los convenios colectivos, de manera que puedan establecer unas condiciones que permitan o no cierta subida del salario, dependiendo de situaciones económicas concretas en las empresas: es decir, que el aumento salarial sea desigual, e incluso inexistente en algunas empresas.
Los sindicatos se oponen a ello, pero hablan de recuperar un mísero poder adquisitivo del 5,45%, como si la clase obrera no hubiese perdido nada más, y quieren incrementar un 2%, lo cual no va a suponer una diferencia real, y menos si hablamos de poder adquisitivo perdido, que claramente es superior a la cifra que dicen los sindicatos. Sin ir más lejos, la cesta de la compra ya es un
35% más cara que hace tres años.UGT y CCOO tratan de seguir reuniéndose, por enésima vez, con la patronal, y afirman que
se desconvocará la huelga si se abona una paga extraordinaria que reclaman. ¿Consideran que con eso pueden comprar la calma de los trabajadores? ¿No son esenciales las demás cuestiones que han mencionado y que los obreros llevan demasiado tiempo soportando? Dicen estos sindicatos que “exigen” una subida salarial antes de negociar los convenios colectivos, puesto que las empresas han tenido mayores beneficios. Volvemos a la clásica trampa en el discurso de los sindicatos amarillos y que no hace más que manipular a los obreros, para fomentar la falaz idea de que ellos dependen del capital, de un burgués al que le vaya bien parasitando y que pueda explotarlos, o no tendrán trabajo. Y añaden
“Los trabajadores están hartos de no llegar a fin de mes con los grandes beneficios obtenidos por las empresas y hartos de las cargas de trabajo porque no se sustituye al personal en tiempo y forma”. Queda claro que no se incluyen a sí mismos entre los obreros, y menos entre los obreros
“hartos”, sacando pecho por la imagen que creen proyectar de defensores del trabajador, cuando en realidad solo piden que el esclavo asalariado llegue con lo justo a fin de mes y que no tenga lo que se considera sobrecarga de trabajo, desde el enfoque legal. Es decir, intentan arañar alguna que otra migaja para apaciguar a los obreros, a los cuales dejan al margen de la lucha.
En junio de 2024 los sindicatos amarillos declararon en el Parlamento de Canarias que el problema en el Archipiélago son los bajos salarios, y no la productividad. De nuevo una falacia, puesto que parece que la mejora de las migajas es lo que debe alcanzar la clase obrera para acabar con la miseria. De hecho, el secretario general de CCOO Canarias lanzó un guiño a la burguesía, y dijo: “
si no somos capaces de arbitrar fórmulas para repartir de otra forma la riqueza habrá una movilización fruto del descontento que propició el 20A, y las centrales sindicales apoyaremos ese conflicto”. Por otro lado, el secretario general de la Federación de Servicios de CCOO, dijo: “
Ya es tiempo de sentarse a negociar. Desde 2021 a 2023 la gente ha perdido un 15% de poder adquisitivo por la inflación y si los salarios no suben en relación al PIB estamos perdidos (…) Estamos en una encrucijada, si no arbitramos fórmulas para que la riqueza que se genera se reparta, para que disminuya la pobreza y la exclusión social, vamos a tener que afrontar en poco tiempo movilizaciones importantes, porque hay un descontento como nunca hasta ahora”.El secretario general de UGT-Canarias habla de que dicha comunidad lidera la subida del PIB, y a pesar de ello los salarios son bajos, respondiendo a la patronal, que llama “vagos” a los trabajadores, de la siguiente forma:
“pero nunca hablan de la falta de inversión en I+D, del bajo nivel formativo de muchos empresarios, de su escasa cultura empresarial, de su deficiente asignación de recursos, de su escasa inversión en tecnología o del minifundismo empresarial”. Finalmente, alegan que el mejor árbitro es el gobierno, y piden a los diputados que “
no sean cómplices del reparto de la pobreza, sino del reparto de la riqueza”.Puede observarse en sus palabras que se declaran ajenos a
“la gente” o
“los trabajadores”, y que se autodenominan árbitros en la vida de éstos, intentando regular el descontento de los proletarios a base de reunirse y decidir por ellos, pero sin ellos, buscando la manera de que no haya movilizaciones masivas contra los opresores. Es evidente que los sindicatos de la patronal, como puede verse en sus discursos, no consideran eso deseable, sino que, al contrario, quieren evitarlo, y para ellos es menester
“encontrar fórmulas” junto con la patronal para frenar esa posible desgracia. Hablan en primera persona del plural, es decir, con la burguesía forman un
“nosotros”. Solo se les ocurre dedicar a sus queridos burgueses, la mano que procura sus privilegios, palabras en relación a su falta de cultura empresarial, deficiente asignación de recursos y mínimos gastos. ¿Qué cultura empresarial es esa, distinta de la extracción de plusvalía? ¿explican estos sindicatos a los obreros que son solo ellos, los asalariados, quienes hacen posible que existan las empresas y todo lo que hay en ellas? ¿No saben éstos vendeobreros que al parásito le interesa atesorar lo máximo posible, vendiendo mucho y comprando poco, esperando poder fagocitar a otros parásitos a menor coste? Critican una supuesta falta de visión de los empresarios, porque para los sindicatos amarillos es crucial vender la idea de que el burgués es quien hace posible la riqueza, y cuando la pobreza se extiende es porque dicha clase social está fallando en su misión. Para eso están ahí estos sindicatos, para que no se descubra que es precisamente el modo de producción capitalista lo que lleva inevitablemente a la miseria y a la barbarie.
De hecho, también dijeron en la fecha anteriormente señalada que, si a principios de 2025 no ha habido un reparto
“más justo” de la riqueza, habrá huelga en el sector. Es decir, no organizan a la clase obrera para que luche por sus intereses ni desnudan al capitalismo para mostrar sus vergüenzas, sino que “amenazan” con la posibilidad de convocar una huelga en un plazo superior a medio año si los criminales que se lucran con la explotación humana no
“reparten mejor” la riqueza robada. No obstante, tras tanto tiempo para que la burguesía pueda maniobrar, en abril de 2025, desconvocarán la huelga a un precio barato, para luego permitir
flexibilidad para el empresario en el resto de asuntos que han de plasmar en los convenios.
Como era de esperar, en la provincia de Las Palmas
se ha desconvocado la huelga por una ridícula paga de 650 euros que, según los vendeobreros, ya compensa la pérdida de poder adquisitivo, junto con una subida salarial de un 9% repartido en 12 meses, o lo que es lo mismo, menos de un 1% de aumento cada mes. Es decir, van a dar una limosna a los trabajadores y los sindicatos de la patronal lo celebran. En Santa Cruz de Tenerife, la Federación Sindical Canaria tacha de “
absolutamente insuficiente” el acuerdo pactado en Las Palmas, pero no apuntan mucho más alto, puesto que buscan una “
recuperación” del poder adquisitivo acorde con la “evolución de la economía”, y nunca declararán que las ganancias del patrón se deben al trabajo de la clase obrera, y que ésta debe luchar por acabar con el robo que sufre.
¿Es una táctica nueva jugar al tira y afloja para que las migajas parezcan más grandes? Nada más lejos de la realidad. Podemos verlo en casos de años anteriores en otras comunidades, como en 2023 en
Málaga, que se desconvocó una huelga en la hostelería a cambio de un aumento de salario hasta 2027, de entre el 2% y el 3% cada año. Y los sindicatos amarillos declaraban que
“Tenemos que hacer atractiva la carrera en la hostelería (…) nos guste o no, es clave para la economía de la provincia de Málaga (…) Los salarios tienen que acompañar porque del turismo vivimos todos, aunque uno esté sentado en una oficina o trabajando en un banco”. Lamentables migajas y vender la idea de que, irremediablemente, el turismo es el motor de la economía, queriendo los sindicatos hacer esa explotación
más atractiva para el asalariado. Lo mismo ocurrió en
Madrid en 2022; tras “amenazar” con una huelga en navidad, se desconvocó a cambio de una patética subida salarial del 15% en tres años. También se pactó que cuando la plantilla es de más de 50 trabajadores no puedan superar las 44 horas semanales, y regular a los fijos discontinuos a tiempo parcial, es decir, ven tolerable superar las 40 horas semanales (muy habitual en el sector) y celebran los contratos a jornada parcial. En 2018, en
Valladolid, fue desconvocada a cambio de un “incremento” salarial de entre el 1,6% y el 3,2%.
Están repitiendo la misma fórmula para engañar a la clase obrera, una y otra vez. Los proletarios que trabajan en el sector bien conocen las lamentables condiciones en las que han de realizar su labor, y el trato déspota de superiores y empresarios. Las bajas por salud mental en el sector
son de las más altas y la mayoría de empresas investigadas
no pasan la inspección. Es tanto el cinismo de UGT y CCOO, que
Pepe Álvarez (UGT) dijo en 2024, tras tantas puñaladas y manipulaciones para que los obreros se conformen con migajas, que la manera de trabajar en hostelería es inhumana. Por su parte,
CCOO publicó un comunicado en enero del presente año que decía que el sector de la hostelería
“es inestable, poco profesional y mal pagado”, como si no fuesen responsables, al igual que UGT.
Queda claro que nada ha mejorado ni mejorará con los sindicatos de la patronal, pues solo están para defender los intereses de los propietarios de las empresas y cegar a la clase obrera. Es totalmente infame dejar a los trabajadores a un lado como sujetos pasivos, mientras pactan traiciones con la burguesía y se apoyan en los parlamentarios, los cuales solo tienen la misión de velar por la gestión de la economía de mercado en beneficio de quienes les ponen ahí: los monopolios. El capital solo es la cadena del obrero, que además de producir toda la riqueza y no obtener jamás lo que le corresponde, dado que lo que genera es parasitado por el empresario, tiene que sufrir la manipulación de sindicatos vendeobreros y partidos políticos oportunistas que los llevan a la desmovilización y división.
La clase obrera no podrá avanzar si no cuenta con sus propias fuerzas. La única manera de comenzar a hacer retroceder al burgués es la organización obrera consciente, desembarazándose de los sindicatos amarillos y todo lacayo de los capitalistas. Los trabajadores unidos y con conciencia de clase no solo podrán conseguir mejoras en los centros de trabajo, sino obtener el conocimiento y las herramientas necesarias para comprender este sistema criminal y combatirlo para acabar con la propiedad privada de los medios de producción. Los intereses del burgués no son legítimos, como quieren hacernos creer CCOO y UGT y todos los oportunistas al servicio del capital. No se trata de llegar a acuerdos con el patrón y confiar nuestras vidas a sus políticos, sino de luchar contra ellos y obtener victorias a la vez que atraemos a más hermanos de clase a la lucha. La lucha de clases no se detiene mientras haya una minoría explotadora y una gran mayoría explotada; no podemos ir a la zaga de los acontecimientos observando cómo nos llevan continuamente al sufrimiento y a la miseria, para luego resignarnos y pedir migajas, y continuar eternamente el ciclo.
El Partido Comunista Obrero Español apoya todas las luchas obreras, pero hace un llamamiento a la clase obrera, para librarse del lastre de los sindicatos amarillos, que se hacen pasar por aliados, pero no son más que enemigos del proletariado. Todos los obreros conscientes están llamados a militar en nuestras filas, para ensanchar la lucha por la revolución obrera. Del mismo modo, apostamos por fortalecer las filas del sindicalismo de clase y combativo de la FSM, como medio de lucha contra el patrón en los centros de trabajo y elevar la conciencia de clase de los trabajadores, y así guiarlos progresivamente hacia la construcción de la máxima aspiración de nuestra clase; lo único que puede superar el capitalismo y poner fin a la opresión de la burguesía: el socialismo.
¡CCOO y UGT solo representan los intereses de la burguesía!¡Fortalezcamos las filas de los revolucionarios!Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en las Islas Canarias