“Todo comenzó con un vínculo afín: la bicicleta. Coincidimos casi siempre en el bike polo, nos reuníamos para ir a algún reventón, para ir a una rodada, a un alleycat, etc. incluyendo al final del día, cuando nos retirábamos a nuestros hogares, hasta ese momento era ir tirando caldo juntos, pues casi todos vivimos por el rumbo y quedaba de paso ir dejando a la banda casi en la puerta de su casa. Fue así que todas esas situaciones nos fueron familiarizando, y que con ello se diera esa camaradería que consumara en lo que somos ahora, sin ser pretenciosos por el hecho de andar en bici y queramos colgarnos la bandera de cambiar el planeta, salvarlo ante la contaminación, que es un beneficio para nuestra salud, esos son extras y son implícitos. Tampoco quiere decir que no converjamos con ese ideal, pero no es realmente nuestra intención. Por el contrario, nos gusta el tráfico, pero no para demostrar a los usuarios de algún transporte motorizado que es más rápido trasladarse en bici. No. Más bien nos gusta sentir esa invasión de adrenalina en todo el cuerpo, como es que tus sentidos se van agudizando y por tanto tienes que ser más diestro y rápido para ir fluyendo en esa carrera por acaparar el espacio, para hacernos notar también podemos rodar sobre el asfalto y que por ningún motivo nos apanica que kilos de lámina vayan a igual o a mayor velocidad a centímetros de nosotros”.