A sus 73 años, Fernanda de la Figuera tiene más entusiasmo y pasión que muchos veinteañeros para defender su postura a favor del cultivo legal y el libre consumo de mariguana. Recuerda que fumó mota por primera vez en 1967 y al paso del tiempo se considera
“una fumeta profesional por el resto de mi vida”. En 1995 se convirtió en la primera mujer en España que enfrentó un juicio legal por el delito de sembrar cannabis en su casa, el cual terminó ganando. Actualmente se dedica, entre otras actividades, a preparar infusiones para curar enfermos de padecimientos como el cáncer. Ella se define como
‘tremendamente anarquista’ y es por todos conocida como
“la abuelita de la mariguana”.
“Cuando llegó la policía con la prohibición y me cortó las plantas, un abogado me dijo: ‘Yo te defiendo encantado y sé positivamente que no eres un narco y no te voy a cobrar un duro, pero yo que tú me lo pensaría. Tú lo que tienes que hacer cuando lleguemos a juicio, es hablar como tú eres, expresarte como eres y expresar lo que tú opinas para convencer al juez’. Y entramos a juicio y lo ganamos, expliqué que me sentaba muy bien la mariguana y que tenía varias enfermedades y que era una medicina estupenda para mí y que lo hacía igual que cultivar tomates”.
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